
Los guardias civiles tienen un estatuto de personal concreto en el que se relacionan los motivos de expulsión del cuerpo de la Guardia Civil. En algunos casos, estas causas guardan relación con los motivos de expulsión del Ejército.
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Expulsión por condena por delito
El primer motivo de expulsión de la Guardia Civil es por la condena por un delito cuya pena sea la de pérdida de empleo, inhabilitación absoluta o inhabilitación especial para empleo o cargo público.
Para entender cómo funciona esta causa de expulsión es necesario matizar dos cuestiones.
El primer aspecto es que la pena de pérdida de empleo o la de inhabilitación pueden ser principales o accesorias. Para entender esto hay que tener en cuenta que la condena por un delito del Código Penal siempre lleva aparejada una pena, un castigo, y esta pena puede ser principal (la consecuencia inmediata del delito) o accesoria (un castigo adicional en función del tipo de delito).
En cualquiera de los dos casos, tanto si el guardia civil es condenado a una pena principal de pérdida de empleo o inhabilitación como si es accesoria, se le podrá expulsar del Instituto armado. Por eso es importante estar asesorado desde el primer momento por un abogado para guardias civiles.
La segunda cuestión que se debe tener en cuenta es que, para poder ser expulsado de la Guardia Civil, es necesario que la condena sea firme. Esto quiere decir que, si la primera sentencia condenatoria se ha recurrido, hasta que no se resuelvan los recursos, la condena no será firme. Y, por ello, el guardia civil no podrá ser expulsado.
La cuestión de la firmeza de la condena es muy importante en el caso de las conformidades. Si un guardia civil es acusado por un delito y decide conformarse con la pena, entre la que se incluye la pérdida de empleo o la inhabilitación, esta sentencia de conformidad ya será firme y ello conllevará su expulsión de la Guardia Civil.
Condenas por delitos del Código Penal Militar
En determinadas circunstancias, los delitos del Código Penal Militar pueden ser cometidos por guardias civiles. Al tratarse de delitos especiales, porque sólo se pueden cometer por militares y guardias civiles, muchas de las penas conllevan la pérdida de empleo o la inhabilitación.
Es decir, que la comisión de un delito militar también puede ser una causa de expulsión de la Guardia Civil. Por este motivo, asesorarse con un abogado dedicado al Derecho militar, como los de nuestro despacho Pactio Legal, es la mejor opción desde el principio.
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Rehabilitación del guardia civil
Si un guardia civil ha sido expulsado por haber sido condenado por un delito que tenía como pena la inhabilitación absoluta o la inhabilitación especial para empleo o cargo público, puede pedir su rehabilitación para reingresar en el Cuerpo.
La rehabilitación no significa que el guardia civil vaya a entrar automáticamente en el Instituto. Para ello debe probar varios requisitos. El primero es acreditar que se ha cumplido la pena y el segundo es que la Administración valore como de poca entidad las circunstancias y el delito cometido.
Estas valoraciones se realizan en un expediente administrativo que se abre cuando el guardia civil expulsado solicita su rehabilitación. En este expediente, el guardia civil puede alegar y probar lo que crea conveniente para conseguir su reingreso.
Por imposición de sanción disciplinaria
El otro motivo de expulsión de la Guardia Civil es por la imposición de una sanción disciplinaria de separación del servicio.
Los integrantes del Instituto armado están sometidos a su propia Ley de Régimen Disciplinario de la Guardia Civil en la que se contemplan las faltas disciplinarias que pueden cometer y sus correspondientes sanciones.
La sanción más grave es la de separación del servicio, que sólo se impone a los guardias civiles que hayan cometido faltas disciplinarias muy graves.
La separación del servicio, como su propio nombre implica, significa que el guardia civil dejará de ser militar de carrera, perderá sus derechos profesionales y tendrá que abandonar la Institución.
Entre las faltas que pueden dar lugar a esta sanción se encuentran las discriminaciones o acosos, el trato inhumano o degradante a detenidos, el abuso de atribuciones que cause grave daño o la desobediencia grave o la indisciplina frente a las órdenes o instrucciones de un superior, entre otras muchas.
Merece una mención especial la falta muy grave que consiste en haber sido condenado, por sentencia firme, por un delito doloso relacionado con el servicio o por cualquier otro delito que cause grave daño a la Administración, a los ciudadanos o a las entidades con personalidad jurídica.
Esto significa que, si un guardia civil es condenado por un delito doloso que tenga relación con el servicio (por ejemplo, una falsedad documental en alguna investigación), la sanción podrá ser la de expulsión de la Guardia Civil. Y lo mismo sucede si se considera que el delito, aunque no esté relacionado con el servicio, causa grave daño a la Administración o los ciudadanos. Por este motivo han sido expulsados guardias civiles que habían cometido delitos leves, por ejemplo.
En cualquier caso, lo importante es que, para ser expulsado de la Guardia Civil por una falta muy grave, se debe abrir un expediente sancionador al guardia civil. Y en este expediente se podrá defender, proponer pruebas y la Administración deberá concluir que ha cometido la falta por la que se le quiere sancionar.
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